Gobierno:

Ascenso:
Bustamante y Rivero juró la presidencia del Perú el 28 de julio de 1945, es decir, en la misma fecha en que se realizaba el aniversario patrio. Su primer vicepresidente era el poeta José Gálvez Barrenechea. Su primer gabinete ministerial estaba presidido por el arequipeño Rafael Belaunde Diez Canseco, quien ocupó la cartera de Gobierno y Policía.
Bustamante deseaba que imperara en el Perú una democracia auténtica, con reformas sociales que llegaran a todos sus habitantes. Pero desde el primer momento tuvo que enfrentar serios problemas económicos y sociales, como efecto de la segunda guerra mundial que por esos días ya finalizaba. Escaseaban los productos alimenticios; había dificultades para el desarrollo de las industrias nacionales; escaseaba la moneda extranjera, entre otras situaciones que acentuaron la crisis económica que ya se perfilaba desde el final del primer gobierno de Prado, trayendo como inevitable secuela el malestar social. No obstante la aguda crisis, el gobierno de Bustamante se caracterizó por su tendencia a afianzar la democracia política y por un amplio goce de las libertades públicas.
Política:
En el aspecto político, no tardó en ocurrir la ruptura del Frente Democrático Nacional, pues su principal integrante, el Partido Aprista de Haya de la Torre, quiso convertir al presidente Bustamante en un simple instrumento de sus intereses, bajo el argumento de que los votos de sus militantes lo habían llevado al poder. Como Bustamante se negó a asumir el papel de marioneta, ocurrieron serios roces entre el presidente y los apristas, que a la postre llevarían a una ruptura total entre ambos.
El partido aprista tenía una sólida posición en el Congreso, en los sindicatos, en las universidades y en los municipios de todo el país. Sus miembros presionaron hasta hacer aprobar leyes demagógicas y pusieron en los puestos claves de la administración pública a sus partidarios. Para contrarrestar esta ofensiva aprista, elementos conservadores y hasta entonces apolíticos, formaron los partidos Social Republicano y el Movimiento Cívico Independiente, pero no lograron nada efectivo.
El gobierno también sufrió la oposición de la oligarquía detentadora del poder económico, que miraba con malos ojos los planes renovadores de Bustamante, así como a algunas de sus políticas económicas, como el control de cambios, que les afectaba directamente a sus bolsillos. Esta oligarquía, cuya riqueza se sustentaba en la exportación agro-minera, puso serias trabas a la labor del presidente, al restringir las inversiones y al ocultar o disminuir el volumen de la producción.
En septiembre de 1945, el APRA planteó la interpelación del entonces titular de Agricultura, el ingeniero Enrique Basombrío Echenique, quien fue censurado porque no supo precisar el precio de los pallares en Ica.
Un proyecto de ley de imprenta fue presentado por la Célula Parlamentaria Aprista, ley que los grandes diarios (El Comercio y La Prensa) consideraron que limitaba la libertad de prensa, por lo que la bautizaron como la «ley de la mordaza». Las juventudes independientes (es decir, antiapristas) convocaron una manifestación en el Parque Universitario, alzando la bandera de la libertad de expresión. Por su parte, los apristas organizaron una contramanifestación (7 de diciembre de 1945). El premier Rafael Belaúnde pronunció entonces una frase que le fue duramente recriminada: «Si las ideas se combaten con ideas, las masas se combaten con las masas». Ante la amenaza del presidente Bustamante de observar la ley, los apristas aprobaron una segunda ley que modificaba la primera, logrando así atemperar las protestas. No obstante, este incidente provocó la caída del gabinete Belaunde, que a principios de 1946 fue reemplazado por otro presidido por el doctor Julio Ernesto Portugal.
En 1946 se realizaron elecciones complementarias para proveer quince vacantes en la Cámara de Diputados y cuatro en el Senado. El APRA ganó 13 diputaciones y 1 senaduría. De otro lado, Luis A. Flores, de la Unión Revolucionaria, ganó la senaduría de Piura.
En ese mismo año de 1946 se produjo en el parlamento un ardoroso debate para la aprobación del “Contrato de Sechura”, por el cual el gobierno autorizaba a la Internacional Petroleum Company (IPC) a explorar, y eventualmente, a explotar yacimientos petrolíferos en el desierto de Sechura, situado en el departamento de Piura. Los opositores al gobierno (que a la vez eran antiapristas) calificaron el contrato de “entreguista” y desataron una campaña demagógica, que tuvo gran impacto en la opinión pública. El contrato fue aprobado por la cámara de diputados, pero quedó pendiente su aprobación en el Senado.
La crisis política llegó a su clímax con el asesinato de Francisco Graña Garland, un importante empresario que era presidente del directorio del diario La Prensa (7 de enero de 1947). Como dicho diario realizaba entonces una persistente campaña antiaprista, se acusó del crimen a los apristas.El sector antiaprista, encabezado por Pedro G. Beltrán, arremetió entonces contra el aprismo, comparando el homicidio con el de Antonio Miró Quesada de la Guerra, el director de el Comercio, que fuera victimado en 1935 por Carlos Steer Lafont, un joven aprista.
El “crimen Graña” significó el comienzo de la ruptura entre Bustamante y el APRA. El gabinete ministerial que presidía el doctor Portugal renunció y se conformó otro, presidido por el contralmirante José R. Alzamora. Como ministro de Gobierno fue nombrado el general Manuel A. Odría, un antiaprista radical, a quien se encomendó la investigación del crimen Graña.
La crisis política llegó a un momento crucial al producirse una inusitada huelga parlamentaria, manipulada por un grupo de senadores denominados "independientes" (antiapristas), quienes se negaron a concurrir al Senado el 28 de julio de 1947 para instalar el Congreso de ese año. La intención de dichos senadores era dejar si quórum el Senado para evitar la aprobación del “Contrato de Sechura”. La Constitución establecía que ambas cámaras del Congreso, la de senadores y la de diputados, debían funcionar simultáneamente; de lo contrario, se producía el receso parlamentario. Bustamante gobernó entonces sin Parlamento, mediante decretos-leyes, pues no podía hacer otra cosa, y el APRA lo acusó de haber maquinado todo ello para inmovilizar a la oposición.
En agosto de 1947, trabajadores de varias empresas, instigados políticamente, amenazaron con una huelga general, lo que obligó al gobierno a suspender las garantías por treinta días. El1 de setiembre del mismo año, alumnos del Colegio Guadalupe de Lima se declararon en huelga y provocaron desórdenes callejeros, que se saldó con la muerte de un alumno.
A fines de octubre de 1947 se conformó otro gabinete, predominantemente militar, presidido por el contralmirante Roque A. Saldías, en el que continuó el general Odría como ministro de Gobierno y Policía. Este gabinete tuvo que hacer frente a la difícil situación creada por el accionar aprista y la reacción antiaprista. El 16 de febrero de 1948 fue asesinado en Cerro de Pasco el prefecto del departamento de Pasco, Francisco Tovar Belmont. Este crimen, según se afirmó, fue instigado y dirigido por el partido aprista. A raíz de ello, el gobierno suspendió las garantías constitucionales por quince días.
Obras importantes:
- or el histórico Decreto Supremo expedido el 1 de agosto de 1947 y firmado por el canciller Enrique García Sayán, se extendió la soberanía y la jurisdicción del Perú sobre la plataforma marítima, el zócalo continental y el mar hasta 200 millas.
- Se construyó el Canal Internacional en el río Zarumilla, en la frontera con el Ecuador.
- Se implementó un Plan Nacional de Vivienda, con el fin de construir unidades habitacionales. Así se cre
- Pó la Corporación Nacional de la Vivienda (CNV) y se construyó la Unidad Vecinal No. 3, cerca del Callao.
- Se dotó de agua potable a más de 20 poblaciones en el interior.
- Se impulsó la educación técnica industrial y la educación rural, creándose los primeros núcleos educativos campesinos, en la gestión ministerial de Luis E. Valcárcel.
- Se iniciaron los estudios para irrigar las pampas de Piura, Ica, Majes y Siguas.
- Se empezaron los trabajos de irrigación de las pampas de Chao, Moche y Virú, en La Libaertd.
- Se hizo la casi total irrigación de las pampas de La Ensenada y Mejía, en Arequipa.
- Se construyó la represa de Pacocha.
- Se continuó con la política del Seguro Social Obrero con el establecimiento de centros asistenciales.
- Se inauguraron los hospitales de Cañete y Chincha y se dejó en construcción los de Trujillo y La Oroya. En Lima se construyó el Hospital Bravo Chico (hoy Hipólito Unanue), para los enfermos de tuberculosis.
- Se mejoraron los caminos de penetración a la selva (Huánuco-Pucallpa y Olmos-Marañón).
- Se creó la Corporación Peruana de Turismo, para fomentar esta actividad.
- Se estableció la Corporación Nacional de Vapores, modernizando la antigua Compañía Peruana de Vapores.
- Se creó la Empresa Petrolera Fiscal, para la explotación de los yacimientos del norte del país.
- Se continuó la delimitación de la frontera con el Ecuador de acuerdo a lo establecido en el Protocolo de Río de Janeiro de 1942.
Derrocamiento:
En junio de 1948, Manuel A. Odría, junto con el resto del gabinete militar y otros elementos de la derecha, insistieron al Presidente Bustamante para que pusiera fuera de la ley al APRA, clausurara sus locales y periódicos, encarcelara o desterrara a sus líderes. Como el presidente rehusó a tal exigencia, el gabinete en pleno dimitió. Quedó planteada así la crisis política, entre el gobierno y los militares. Estos, alentados por el sector agro-minero exportador, opuesto al control de cambios aplicado por Bustamante, tramaron dar un golpe de Estado, mientras que los apristas planeaban otro golpe propio. Elementos del ala izquierda aprista fomentaron la rebelión de la marinería en el Callao, que fue aplastada sangrientamente (3 de octubre de 1948). Bustamante puso fuera de la ley al partido aprista, pero ya era muy tarde.
El 27 de octubre de 1948, Odría, a la cabeza de la guarnición de Arequipa, se levantó en contra del gobierno, proclamando una “Revolución Restauradora”. Otras guarniciones importantes, como la del Cuzco, dudaron en plegarse, pero el triunfo del movimiento se decidió cuando la guarnición de Lima, al mando del general Zenón Noriega se sumó a Odría. Bustamante, que se negó a renunciar, fue trasladado a la fuerza al aeropuerto de Limatambo y subido en un avión con destino a Buenos Aires, Argentina.
Bustamante declaró posteriormente que el fin de la democracia fue causado por el bloqueo que su gobierno sufrió por parte de un partido como el aprista, demagógico y hegemonista, así como de parte de una oligarquía feudal y reaccionaria.